¿LLEGARÁ EL CAPITALISMO GLOBAL A UN “ESTADO ESTABLE”?

Las mismas guerras en mundos diferentes

Los modelos económicos que se mueven en el tiempo (“dinámicos”) viven en la eterna búsqueda de un “steady state” o sea un equilibrio final o “estado estable”. En lo que a macroeconomía concierne ese estado parece existir, sin embargo, no parece ser el final del modelo, el cual siempre está sometido a “choques idiosincráticos”, es decir parámetros inesperados y por tanto imprevisibles e incalculables, que ponen de vuelta al objeto de estudio en un estado de transición hacía su próxima evolución. La existencia misma del estado firme y continuo es debatible, pues como vieron en nuestro MANIFIESTO POPULISTA, el estado estable de América Latina es la inestabilidad.

Si bien para la macroeconomía cambiante con sus ciclos de negocio de 10 años este concepto puede parecer extremadamente teórico, puede transponerse a varios otros campos como población y geopolítica mundial. Por ejemplo, parece que finalmente llegamos a un estado casi casi final (todavía existen excepciones) de fronteras nacionales, reduciendo así uno de los motivos de guerra más importante en la historia, territorio. Aun así, este estado aparentemente estable, impuesto por la amenaza atómica, está siendo desafiado por la invasión de Ucrania. Nuestra generación ha vivido toda la vida bajo el capitalismo, por lo que olvidamos a veces que no toda la vida fue así, y tampoco será así por la eternidad.

Cómo explica Leóntiev en su compendio de economía política, en los tiempos de los cazadores recolectores, el sistema que regía el funcionamiento de la especie humana era el comunismo primitivo, pues, los humanos se organizaban en grupos de 10 a 15 personas, y si una se rompía la pierna, al no existir seguros, ni dinero, dependía de las demás para sobrevivir. En esos tiempos, pequeñas tribus colonizaban el planeta; cuando estas se encontraban podía resultar en pelea, aniquilación de una de estas, o al contrario en colaboración. Con el nacimiento de la agricultura, la colaboración se volvió más frecuente, pues existía mayor interés económico en agrandar el circulo social.

Así, una innovación productiva dio pasó a un DERRAME de la fuerza de trabajo del sector recolector hacía las plantaciones, y con ello nace una nueva organización social en la que los humanos dejaron de vagar por el mundo y se asentaron en un solo territorio. Con la agricultura nacen las ciudades y la necesidad de una organización política mayor, nacen las burocracias y el poder. Las civilizaciones conformaron religiones y culturas comunes tan grandes que se volvían innegociables en el encuentro con otra civilización. Nacen los imperios, nace el feudalismo. Más tarde la revolución industrial impulsa el capitalismo, el cual impone sus reglas al mundo a través de métodos poco ortodoxos que llevan a la “globalización colonial” de nuestro artículo anterior.

Así, en su creencia de un estado estable final, en los años 90, gringos y piratas se cantan canciones de cuna abrazando su HUMILDE “teoría de la modernización”, la cual sugiere que el mundo entero se uniformaría a su modo de vida, pues el consumismo es el guía de los humanos, por lo que se llegaría a un orden de culturas uniformes en democracias liberales. Nada más lejos de la verdad, pues, si bien los economistas aceptan la dictadura del PIB, los bienes materiales todavía se han mostrado incapaces de remplazar a los espirituales. En el mismo espíritu, los primeros marxistas creían que existe ÚNICAMENTE la “vía occidental al desarrollo”: comunismo primitivo, esclavismo, feudalismo, capitalismo y, POTENCIALMENTE, comunismo.

El progreso tecnológico es inesperado y aunque ha pasado, pocas veces retrocede (aquí un ejemplo), por lo que se puede esperar que siempre toque algo nuevo más adelante, sin embargo, el capitalismo de comienzos del siglo XX ya refutaba la falacia de la modernización antes de que esta nazca. Las semillas del primer conflicto interétnico europeo, o primera guerra mundial como gustan llamarle, la planta el imperialismo europeo, las potencias capitalistas y liberales. La elevada desigualdad de renta en esos países hizo que los ahorros de la elite no tuvieran suficientes inversiones beneficiosas en casa, por lo que fueron a colocar su dinero afuera, poniéndolo a salvo a través de la conquista colonial o el control político de facto. Varios estados intentaron expandirse al mismo tiempo, teniendo como consecuencia lógica la rivalidad imperialista, lo cual, traducido a la política, provocó la guerra. Se pelearon básicamente por nosotros (“la periferia”), ¡QUE ROMÁNTICOS! <3 AMO A MI TÓXICO <3.

Muy posiblemente, el estado estable del mundo capitalista sea justamente el de una inestabilidad cíclica por lo que, mientras no haya ningún cambio significativo, cada cierto tiempo habrá un conflicto entre potencias. Esto sumado a la existencia de la bomba atómica, derivó en la crisis generalizada que se observa en el mundo occidental hoy en día. En efecto, el conflicto de europeos del este muestra una nueva faceta de la llamada economía de guerra. En el pasado los países implicados en la guerra eran quienes sentían la presión económica de gastar el dinero público en ataque o defensa, empeorando la calidad de vida de SU población.

Con las armas nucleares y la creciente INTERDEPENDENCIA entre países debido a la integración de las cadenas de valor (artículo), la naturaleza de la guerra cambió, ahora se presiona al pueblo y gobierno ruso a través de sanciones económicas; las cuales afectan al país sancionado, por un lado, y a sus socios comerciales por otro, es decir a todo el mundo. En ese sentido, si Estados Unidos no tenía problema en enviar sus propios jóvenes a morir en Vietnam, ahora que puede repartir la carga del conflicto con el resto del mundo, evidentemente, no tendrá ningún problema en insistir con expandir a la OTAN a las fronteras de Rusia, pues nunca les salió tan PERSONALMENTE barata una guerra que de cierta forma vuelve a levantar la famosa cortina de hierro, pero esta vez en un mundo mucho más globalizado.

El verdadero precio de esta guerra la pagamos todos con la inestabilidad económica y política actual. El crecimiento de América Latina inicialmente previsto por CEPAL en 3,3% en 2022 ya se ajustó a 1,8%. Se esperaba que con el fin de la pandemia las economías se sobrecalienten, pero, al contrario, se agudizaron los problemas sociales, lo cual en un futuro no tan lejano puede acabar en movimientos locales que se acumulen y desnivelen la balanza que sostiene al orden mundial.

En fin, cómo ven el capitalismo es un sistema cíclico en todas sus facetas, de hecho, una de las grandes ramas de estudio de la economía se llama la de los “ciclos de negocio” que intenta explicar cómo y por qué el sistema capitalista sufre una dura y prolongada recesión más o menos cada 10 años. Sin embargo, conforme el tiempo avanza, cambian características del mundo, la tecnología principalmente, causando que los eventos cíclicos puedan tener otro tipo de consecuencias. El ciclismo de corto plazo del sistema puede así derivar en un cambio lineal en el largo plazo. ¿Los ciclos populistas-austeros de América Latina tienen un destino final?

Varios son los que intentan predecir el futuro del sistema. Hace 70 años Schumpeter decía que el socialismo era el resultado INEVITABLE del capitalismo, en este sistema de acumulación, el ascenso de la desigualdad seria natural al sistema, lo cual generaría el resentimiento y la frustración social necesarios para que el pueblo tome el control e imponga, incluso DEMOCRÁTICAMENTE, un sistema político y económico socialista. El cambio de constitución de Chile y el tiro a la izquierda de Colombia tras 200 años son elementos a favor de la tesis schumpeteriana.

Más recientemente, en su libro “Capitalismo y Nada Más” Branko Milanovic muestra que ya existió una relación inversa a la de Schumpeter. En efecto, China pasó del régimen comunista de Mao al régimen de capitalismo político (que explicaremos en otra ocasión) que mantiene hoy en día, por lo que el comunismo también puede ser un paso previo al desarrollo capitalista. Queda claro que no existe una sola vía, ni un destino inexorable a cada sistema, sino consecuencias lógicas de circunstancias diferentes.

Para los creyentes de la modernización, la entrada del capitalismo solo podía significar prosperidad para Rusia. Pasó todo lo contrario, el país se empobreció hasta quedar relegado como potencia secundaria en el mundo. Según Stiglitz, el capital físico, humano y natural no cambió, pero 70 años de dictadura y represión contribuyeron a erosionar el capital social, basicamente, la confianza entre personas. La confianza es un atributo esencial para el funcionamiento del mercado, pues meter al sistema judicial en todo es un costo exorbitante. Es decir, los cimientos de la sociedad eran la economía planificada y el miedo a la represión, luego, en ausencia de estos la sociedad no pudo acomodarse a la economía de mercado, pues todos transgredían las reglas, llegando así al famoso capitalismo soviético basado en la criminalidad empresarial y la repartición de empresas estatales entre los oligarcas.

El proceso evolutivo de las especies, incluido el humano, no tiene descanso ni fin, eternamente genes y ambiente interactuarán creando un nuevo ambiente que favorece nuevos genes, por lo que el humano no tiene una evolución final cual Pokémon. De la misma forma que hoy no podemos reconocer un australopiteco como nuestro igual (posiblemente los serviríamos en nuestra mesa), tampoco un humanoide (¿?) dentro de 100 mil años nos consideraría de su misma especie. Por eso es improbable que el capitalismo sea el sistema para siempre, es solo el que nos tocó a nosotros.

El capitalismo HIPERCOMERCIALIZADO de hoy en día ha permitido salir de antiguas jerarquías impuestas (que en el pasado potenció), aliviando sistemas de castas cómo el hindú. La jerarquía del mundo tiene un nuevo factor de CLASIFICACIÓN y es el dinero, lo cuál hace EN TEORÍA, posible el ascenso social a todo el mundo. Repito, EN TEORÍA. En todo caso, el sistema económico es causa directa del sistema de valores en la sociedad, ambos van de la mano, por lo que hoy en día el dinero se ha convertido en un FIN en sí mismo. Automáticamente, los cambios en el set de valores tendrán consecuencias sobre el día a día de cada uno.

Según Milanovic, el capitalismo está en su AUGE, y lo más probable es que CONTINUE CRECIENDO, remplazando y erosionando cada vez más las relaciones interpersonales y familiares, pues cada vez más habría una creciente flexibilidad del trabajo (la opción de vender tu tiempo libre en apps como uber), lo cual va de a poco mercantilizando cada vez más bienes y servicios que dependían del núcleo o comunidad, como el cuidado doméstico, haciendo que en los países nórdicos las madres prefieran ser solteras, y el tamaño promedio de una familia sea de 2,3 personas, pues son las sociedades más ricas las que pueden permitirse mercantilizar relaciones que tradicionalmente estaban fuera del mercado.

Así, con la creciente flexibilidad del trabajo, cada vez se reducen el número de veces que interactuamos con la misma persona, en lenguaje económico, se pasa de “juegos repetidos” a una única interacción con cada ente, quitando el incentivo económico a la amabilidad para con otros. Con la “atomización” de las relaciones familiares y la brevedad de las interacciones se reduce el comportamiento dulce y amable que en un principio motivaban los mercados según Montesquieu. Así, el PRÓXIMO DESTINO del capitalismo global sería, para Branko, “una utopía de riqueza y una distopia de las relaciones personales”.

Que ridículo se debe sentir Fukuyama habiendo clamado el fin de la historia, cuando del progreso tecnológico y mental de los humanos forzosamente se llegará al post-capitalismo (para bien o para mal), tal vez en los próximos años, tal vez después de que mueran unos cuantos billones con el cambio climático. No deje de seguirnos, pues, la próxima semana le contamos como las islas de pascua, o Rapa Nui, pueden indicar uno de los posibles futuros “estados estables” de la humanidad.

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Economista especializado en regulación de la competencia, con conocimientos variados en las diferentes temáticas de la disciplina: economía política, desarrollo, medioambiente, fiscal. Trabajé durante un año en una consultora financiera en Brasil (Fusiones y adquisiciones) y 4 años haciendo consultorías para CEPAL, además de una consultoría sobre salud mental y ambiente laboral en Chile, y otra de 6 meses sobre la historia del desplazamiento forzado en Mozambique para la London Bussiness school.

No solo entiendo los temas en los que me especializo, sino que trazo las diferentes relaciones entre ellos para tener una visión completa del panorama. Junto a eso, manejo bases de datos y softwares como Stata, asegurándome así que la narrativa y la estadística vayan de la mano. Hablo español, inglés, francés y portugués. Soy sociable, persistente, curioso, organizado, trabajo bien en equipo y bajo presión. Usted entrégueme un trabajo y yo seré especialista en el tema, pues siempre estoy dispuesto a aprender y me adapto a cualquier circunstancia, un día me encuentra haciendo presentaciones a altos funcionarios, al siguiente jugando fútbol en la favela.

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