ECUADOR SE DECIDE POR “EL ENCUENTRO”

¿Será este el Lasso que una al país?

Como si hubiesen rejuvenecido las viejas elites, Jaime Nebot (alcalde de Guayaquil durante 20 años, 3 veces candidato a la presidencia) se pavoneaba del lado derecho de Guillermo Lasso durante el discurso de celebración. Triunfó “el Ecuador del encuentro” dicen los nuevos dirigentes después de comenzar agradeciendo a Dios a pesar de su compromiso con la laicidad del estado, y presentando a su hija con su estado civil: “soltera”. Como todo, para unos es cómico y para otros, como los votantes de la ID (especialmente los grupos LGBT) es una demostración de machismo que desde el primer día deslegitimiza sus promesas.

Fue un placer degustar como cambiaron los discursos entre primera y segunda vuelta, y es un placer ver como cada palabra es calculada aun al final de los comicios. En tiempos de elecciones, los políticos cambian su discurso hacia lo que sea que sus asesores digan que quiere el electorado. Arauz por ejemplo, se relacionó al máximo a Correa para ganar su voto duro en primera vuelta, y luego intento desmarcarse de su estilo de gobierno en segunda vuelta, para ganar el voto del resto de la izquierda. No fue suficiente, pues el resto de la izquierda prefirió virar a la derecha que votar por el apadrinado de quién persiguió a los 10 “comunistas” de Luluncoto o a adolescentes que reclamaban por la educación técnica.

En lo que extrañamente se considera como un hecho histórico, el candidato perdedor habría llamado a felicitar al que anteriormente era el “responsable del feriado bancario”, hasta el mismo Correa deseo suerte a Lasso, y como “el odio pasó de moda”, que cese el “lawfare”.  Un cambio de estilo discursivo de ese nivel ameritaría que alguien haga el meme del perro grande y el perro pequeño. Aun así, es un alivio a la democracia ecuatoriana.

En efecto, sin importar desde que punto de vista se lo vea, parece un regreso a la democracia. Para los que consideraron fraudulenta la elección del apagón 2017, hoy tuvieron una elección que nadie denuncia de ilegitima, para los que creen que Lenin traicionó su voto, pueden estar seguros de que CREO no dará un súbito giro hacia la izquierda. No será de su agrado, pero será lo que triunfo en las elecciones, las cuales dejan de tener sentido si el ganador no hace lo que predica.

Nuevamente, el país se mostró dividido por regiones a nivel electoral.  Sierra y Amazonia votaron contra Arauz (nótese que pocos realmente a favor de Lasso, pues en primera vuelta solo gano en Pichincha), mientras la región de la ruta del sol voto a favor de Unes. Los resultados electorales son un buen indicador del funcionamiento de la economía. Ya en 2017, las victorias provinciales se repartieron de la misma forma. Es el resultado de un régimen que tomaba recursos de los lugares con menos densidad de población y los traspasaba hacia donde hay mayor densidad poblacional, donde están los votos, en la costa. Siendo que Costa y Sierra tienen un número parecido de habitantes, termina siendo la Amazonia quien desbalancea esta elección. Durante el correismo, gran parte de la costa por primera vez vio un gobierno que proveía de bienes públicos y pudo cerrar los ojos ante las alegaciones de corrupción, mientras la Amazonia sufrió los efectos del extractivismo, sin ver una ganancia que lo ampare.  

El voto nulo llego a su máximo histórico con 18%, Arauz consiguió el voto del 39% de sufragantes y Lasso el 43%. Tras haber votado en contra de la minería recientemente, en la provincia de Azuay el rechazo al extractivismo se hizo presente con el nulo alcanzando el 30%, incluso SUPERANDO a Arauz. Es decir, gran parte de la población no creyó en las promesas de segunda vuelta y prefirieron abstraerse de participar de estas elecciones que no los representaban.

200 años de democracia fueron necesarios para que finalmente se reconozca la importancia de los pueblos originarios y de la diversidad en general, pues aun perdiendo elecciones, los votantes de Pachakutik (izquierda ambientalista) y la ID (socialdemócrata) pusieron el ritmo del cacareo que compite por los votos. Ahora, la pregunta es si el discurso se verá reflejado en las acciones. Tras las elecciones, claramente el discurso de CREO vuelve a simpatizar con su voto duro, pues este sumado a los adeptos que gane gobernando son lo que lo podrían propulsar a segunda vuelta en 2025.

Aun así, los dos bloques parlamentarios con ideas coincidentes serán decisivos para poder legislar, por lo que cualquier veto de Lasso tendrá su venganza en la asamblea. El ejecutivo podrá virar hacia el liberalismo, pero el legislativo tendrá que hacer concesiones al medio ambiente y a la sociedad para poder pasar leyes. Parece que, con la victoria de Lasso, se pone fin a la guerra de desgaste citada en el anterior análisis, pues ambos bloques dijeron estar dispuestos a colaborar. Yaku declaró que mientras se cumplan las ofertas hechas en campaña, ellos reconocerán, siempre y cuando no se sometan al FMI ni sigan con las políticas neoliberales de Lenin Moreno. Es decir, a través de su poder en la asamblea ya limitan las posibilidades del poder ejecutivo. Ya habíamos predicho que en caso de victoria de Lasso había mayor probabilidad de llegar a acuerdos.

Tomando en cuenta que como loros hablan lo que creen que la gente quiere escuchar, el discurso del político es un buen termómetro de las prioridades de la gente. El cambio de estilo indica una cosa muy importante, y es que el electorado ecuatoriano valora que la política no sea un circo, que los candidatos acepten que sus propuestas o su historial no son lo que sueñan para el futuro. De cierta forma, el Ecuador vuelve a celebrar una jornada democrática, tal vez nunca lo ha hecho en el fondo, pero hoy al menos, volvió la forma.

¿A que me refiero? En esencia sigue siendo el mismo sistema viciado. Que Guillermo Lasso haya ganado completa el final de un cálculo simple. Cualquiera de estos dos candidatos hubiese perdido con el tercero (Yaku) o con el cuarto (Hervas), mi apuesta es que perdían hasta con el quinto, Pedro Freile (2%). Digo esto porque tanto Yaku como Hervas son candidatos que representan movimientos que se declaran de izquierda, sus votos fueron a Lasso no por apoyar a la derecha, sino en rechazo al autoritarismo. Por eso, es posible imaginar que, enfrentándose a Arauz, ambos hubiesen recolectado los votos de Lasso y enfrentando a Lasso, ambos hubiesen recolectado los votos de Arauz. Si la democracia llegase a ser la dictadura de la mayoría, ya sería un comienzo de victoria.

Cómo casi todo país latinoamericano, Ecuador es un país cuya población se alinea mayoritariamente con ideologías redistributivas, aun así, el resultado del juego político arrojó un gobierno liberal y antiguamente autoproclamado conservador. Lo irónico de todo esto, es que los ideólogos correistas denuncian ante el mundo el regreso del neoliberalismo (a pesar de hacer acuerdos con la extrema derecha de Isidro Romero), pero tomando en cuenta este simple cálculo, son ellos mismos quienes lo pusieron en el poder. Quienes nos leen ya conocen el ciclo populista.

Esto se debe a que los partidos políticos tienen bases de apoyo fuertes que dependen de la ideología o del clientelismo. Esas bases no cambian su voto ante la evidencia de corrupción o represión. Por lo que a segunda vuelta llegan siempre los partidos que tienen esa base (ideología extrema y clientelismo) más desarrolladas. En este enlace explicamos con más evidencia porque hacer tres vueltas electorales beneficiaria a nuestras democracias.

 Sin embargo, en la forma la democracia apareció, pues tanto Lasso como Arauz tuvieron que conciliarse al electorado de esos dos partidos, a pesar de que sus partidos hayan sido conservadores en el pasado (progresismo conservador parece una contradicción, pero resultó ser posible).  Luego, finalmente la elección no tuvo acusaciones de fraude, la presidenta del consejo nacional electoral se permitió hasta  meter una broma seria “no habrá más apagones”. Estas formalidades democráticas se dan porque justamente el pueblo ahora lo pone como algo importante en la agenda.

Si creemos en las teorías económicas de que el votante racional aprende de cada experimento y actualiza sus expectativas del futuro, la represión y la corrupción ligados al boom de los recursos serían factores que hicieron al ecuatoriano valorar más la importancia de que sea el ciudadano quien controle al gobierno y no al revés (¿Gracias Correa?). Es sorprendente, pues las demostraciones empíricas indican que normalmente la memoria del votante es de corto plazo, por esa misma razón los políticos terminan sus obras en épocas electorales. Aun así, las expectativas del ecuatoriano se ajustaron con cierto atraso (suponiendo que en 2017 no hubo fraude).

A pesar de haber sufrido la entrada del FMI, en los 4 años de Lenin no olvidaron el autoritarismo del pasado.  Mi teoría es que ante la virada de Lenin la prensa encontró una nueva libertad que tuvo reprimida durante varios años, pues lo cierto es que un artículo de periódico podía valer un juicio, y una investigación, una intromisión a la casa. Por tanto, la prensa aprovechó para sacar los trapos sucios de la revolución ciudadana con más fuerza cuando esta se fue. Los unos lo llaman persecución, los otros lo llaman recuperación de la libertad de prensa.

En ese sentido, cuando se relajaron las restricciones a la prensa, esta explotó de la misma forma que una hernia cuando se reprime el enojo. La persecución del político a la prensa solo puede generar una cosa después de su salida, persecución de la prensa a ese político. No digo persecución en el sentido de noticias falsas, pero sin duda la prensa aprovechó para desvelar y difundir sus investigaciones en estos 4 años. La revista Plan V llegó a hacer un museo de la corrupción. En una democracia se espera que se refuten las denuncias a través del diálogo, los políticos siempre prefieren fingir que no existen o peor aún, perseguir.

Dentro de 4 años si Lasso logra salir con un apoyo por encima del 25%, probablemente tengamos una segunda vuelta con los mismos candidatos, si el voto duro de 30% por Correa no se reduce durante este mandato. Es decir, la ID y Pachakutik tienen interés o en un gobierno catastrófico de Lasso, o al contrario en uno que sepulte al correísmo, para ellos convertirse en la fuerza de la izquierda. La actuación de estos dos partidos depende mucho de la observación que tenga el ciudadano de las votaciones en la asamblea. Si su forma de legislar influye fuertemente en el electorado, suponemos que podrían aprovechar su posibilidad de hacer acuerdos con Lasso para superar al correismo con políticas que agraden al elector. Esta es una verdadera posibilidad si estos dos bloques planearan presentarse juntos a la próxima elección, pues la realidad, creo yo, es que la mayoría de la población prefiere culpar de la gestión completa al partido que este en el ejecutivo (esta podría ser una razón por la que Arauz haya perdido).

Por eso, si la ID y Pachakutik no tienen planeado unirse, y la asamblea no es una forma en la que puedan ganar popularidad, podrían preferir bloquear a Lasso, para reducir su popularidad y tomar su puesto en las próximas elecciones. Otra opción es que hagan movimientos sociales con visibilidad que los agranden, como hizo Yaku en octubre 2019 y durante los 10 años de Correa. Por otro lado, para reemplazar al Correismo como la fuerza de la izquierda podrían caer en la práctica de buscar ganar su voto duro a través del clientelismo, pues las denuncias de los medios de comunicación no parecen influir en el voto clientelista. En todo caso, parece lógico que estos dos partidos se comportarán de la forma que haga más probable su elección en 2025, por lo que su comportamiento en la asamblea estará destinado a que la segunda vuelta de 2021 no se repita.

A Lasso le queda un camino largo por recorrer, pues gran parte de sus electores votaron por él con el objetivo de ser su oposición, justamente porque creen que con CREO, la posibilidad de ser oposición no será un peligro. Sin embargo, consideramos alta la probabilidad de que se hagan acuerdos con Pachakutik y la izquierda democrática. Por lo que se puede esperar que el Ecuador entre en una etapa donde la asamblea aprueba políticas de ambas ideologías según los acuerdos que se pasen.

La campaña sucia quedo en la campaña nomas, como deportistas que después del partido olvidan la pica de la cancha y se toman una biela juntos, ya es un avance. Aunque, si vemos la política desde una perspectiva de mercado de largo plazo, el panorama es un poco menos optimista, pues cada uno tiene su “cuota de mercado” (voto duro), sin embargo, las mayores ganancias de un oligopolio se hacen en colusión entre empresas o partidos, como la política de Brasilia básicamente. Podemos inferir que la estrategia de la revolución ciudadana fue la de una entrada agresiva al mercado (populismo), que logró consolidar su base fuerte (clientelismo), y que ahora es una fuerza política permanente, como lo es el partido social cristiano desde el comienzo de los tiempos. Luego de esa entrada fuerte, una vez ya acomodados en el mercado, el autoritarismo (monopolio) se vuelve un gasto innecesario, cuando ya se logró penetrar dentro de la antigua élite.

Bajo esa vista pesimista pero económica, nada ha cambiado del 2006 para acá, la élite política se agrandó, pero el sistema que hace que un cargo electivo tenga un estatus de superioridad frente al ciudadano común sigue siendo el mismo. Volvemos al antiguo estado estable, que tan bien se describe en el clásico El Chulla Romero y Flores: “Al establecer en su verdad la existencia de cómplices a quienes se debía sancionar, halló con asombro que la enemistad entre esa gente era de barniz en la superficie, que un interés burocrático les unía, les encadenaba”.

En ese marco, cabe recordar que fue la bandera de la institucionalidad quién dio la victoria a Lasso. Institucionalizar el país parece imposible desde el mismo sistema político por la misma razón que persiste desde hace 200 años (prueba aquí). Una forma de llegar a un modelo institucional inclusivo con el pueblo sería la creación de un ente regulador que se dedique a proponer cambios de incentivos institucionales en el sistema político para luego ser votados por los ciudadanos cada cierto tiempo (consulta popular). Si se reconoce que la institucionalidad no es perfecta, vendría siendo hora de permitir que quienes la sufren decidan sus incentivos, en vez de los mismo que usufructúan de esos incentivos.

En todo caso, queda claro que gran parte de los votantes de Lasso serán su resistencia, y justamente, si en los tiempos de vacas gordas el votante deja pasar cualquier ultraje a la democracia, en los de vacas flacas se pone más exigente. Por lo que si CREO quiere evitar pasar una agenda social contra los ideales del partido, tendrá que crear tiempos de vacas gordas. Adicionalmente, en la asamblea este estará obligado de pasar acuerdos para poder gobernar por lo que tendrá que existir el consenso de los diferentes bloques legislativos.

 Finalmente, pensando en la coyuntura exterior, Estados Unidos estará más que feliz con este nuevo presidente, por lo que la promesa de 9 millones de vacunados en 100 días se hace posible si pensamos que pueden venir por ese lado. El costo que estas tendrán a futuro no lo sé. Parece entonces probable que vuelva la base de Manta a pesar de que esta demostrado que combatir el narcotráfico desde las comunidades es mucho más efectivo y menos violento que a través de los gringos. Lo único que se necesita es voluntad política.

Justamente, cumplir la propuesta de las vacunas a través de los gringos hace parecer inviable que cumpla la del salario básico a 500 dólares, pues es contrario al liberalismo, y por tanto a atraer la inversión del norte. Sería posible si se planea crecer ofreciendo condiciones rentables para la empresa local, pero el interés exterior, que es el que provee la vacuna, es otro. En fin, no nos queda más que esperar que los astros se alineen, y poner nuestro granito de arena, para que esta mezcla de poderes e intereses termine siendo beneficiosa a la población.

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Economista especializado en regulación de la competencia, con conocimientos variados en las diferentes temáticas de la disciplina: economía política, desarrollo, medioambiente, fiscal. Trabajé durante un año en una consultora financiera en Brasil (Fusiones y adquisiciones) y 4 años haciendo consultorías para CEPAL, además de una consultoría sobre salud mental y ambiente laboral en Chile, y otra de 6 meses sobre la historia del desplazamiento forzado en Mozambique para la London Bussiness school.

No solo entiendo los temas en los que me especializo, sino que trazo las diferentes relaciones entre ellos para tener una visión completa del panorama. Junto a eso, manejo bases de datos y softwares como Stata, asegurándome así que la narrativa y la estadística vayan de la mano. Hablo español, inglés, francés y portugués. Soy sociable, persistente, curioso, organizado, trabajo bien en equipo y bajo presión. Usted entrégueme un trabajo y yo seré especialista en el tema, pues siempre estoy dispuesto a aprender y me adapto a cualquier circunstancia, un día me encuentra haciendo presentaciones a altos funcionarios, al siguiente jugando fútbol en la favela.