EL MONOPOLIO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

Mural de Ernesto Rios Rocha

¿La economía es para todos?

En la investigación científica, así como en nuestros cotidianos, es común la utilización de vocablos extraños al español o portugués, llamados de extranjerismos. Estos extranjerismos, están muy presentes en nuestros idiomas locales. Recuerdo visitar el “Mall Marina” en Viña del Mar para comprar la polera del Everton y escuchar en los parlantes, vengan a “mololear” (hasta hoy me suena extraña la palabra). Existen muchos ejemplos de palabras que están insertadas en nuestros idiomas y uno ni se da cuenta; como las palabras gol, click, confort, blog etc. En portugués, se utilizan mucho las palabras download, e-mail, mouse, site etc… A los hispanohablantes les encanta el anglicismo, no traducen nada (opinión personal del autor).

A pesar de que el eurocentrismo y el anglicismo sean términos muy conocidos por la mayoría de la población de Latino América en el contexto de la colonización y de la influencia de los EEUU sobre nuestros países y jóvenes, dichos términos remiten también a lo que no se imagina. El actual puesto de destaque de aquellos que partieron primero en la carrera del desarrollo gracias a la explotación y a las ganancias de guerras, también ha venido impactando a las ideas desarrolladas en la academia, sea investigación cuantitativa o cualitativa. En este sentido, ésta, que podría proporcionar soluciones para los problemas de la periferia, está muy ocupada investigando casi solamente a los países desarrollados. En otras palabras, la investigación científica actual tiene como principal objetivo los países centrales y la periferia no tiene otra alternativa, sino importar esos modelos a un contexto totalmente distinto. Uno podría argumentar que nuestras universidades podrían hacer más por nuestra región, difícil con la fuga de cerebros. Esto es tema para un próximo artículo.

Más allá de eso, las principales revistas y think tanks de economía a nivel mundial están sobrepobladas por investigadores con sede en un puñado de países desarrollados. Es decir, donde se piensa la economía no existe diversidad o representatividad. Ello nos lleva a pensar, ¿será que ahí se entiende realmente lo que pasa en nuestra región, algún país de África o Asia?

Mas lejos, los datos recopilados por Fontana, Montobbio y Racca (2019), muestran una concentración geográfica extrema de autoría en las principales revistas económicas. Casi el 90% de los autores de las ocho principales revistas tienen su sede en los Estados Unidos y Europa Occidental. La investigación también muestra que entre 1985 y 2012, la participación de las publicaciones estadounidenses disminuyó del 75% al 64% con el correspondiente aumento de la participación europea del 12% al 24%. Como se podrá ver más adelante en el texto, tal vez dicha falta de diversidad étnica, racial y geográfica, expuesta arriba, sea uno de los principales problemas de la academia en encontrar soluciones para países tan heterogéneos cuanto los nuestros.

Del mismo modo, un análisis de The Economist, investigando una muestra significativamente mayor que la del estudio mencionado arriba, más de 900.000 artículos publicados en revistas de economía, encontró que aproximadamente dos tercios de los artículos publicados se centraban en los países ricos de habla inglesa: Estados Unidos, Australia, Gran Bretaña, Canadá y Nueva Zelanda. No obstante, también se observan desigualdades dentro de los continentes considerados subdesarrollados. Por ejemplo, en el caso del continente africano, el 65% de los artículos publicados en las cinco principales revistas de economía se centran solo en cinco: Kenia, Sudáfrica, Ghana, Uganda y Malawi. En nuestra región uno puede imaginar que Brasil y México son los países más estudiados.

¿Qué impactos tiene la desigualdad geográfica en nuestras sociedades?

Hoy día en el mundo se habla mucho de inclusión y de la importancia del medio ambiente para nuestras vidas, sin embargo, poco se habla o piensa, por lo menos en la academia, de la importancia de la inclusión de los países subdesarrollados como temas de investigación cualitativa e investigación cuantitativa. Si la idea es la inclusión, diversificación y mejora de los estándares sociales, ¿por qué nosotros seguimos siendo los menos estudiados, insertados en las discusiones y representados en los puestos de decisión?

Dani Rodrik plantea “Economics has another diversity problem, traduciendo: la economía tiene otros problemas de diversidad. En los últimos años la economía ha progresado hacia temas de género y desigualdad racial, y ha descubierto que existen muchas desigualdades de oportunidad en nuestra sociedad. Debido a esto, actualmente sabemos que el costo histórico de la esclavitud es pertinente en nuestras sociedades y que algunos de nosotros cargan un fardo muy pesado, a diferencia de aquellos que están acostumbrados con la cultura de los privilegios.

Al mismo tiempo, es conocido que las mujeres sufren desigualdades dentro del hogar en tiempos de pandemia. The Economist destaca del teletrabajo, que la mayoría de nosotros encuentra una maravilla de la sociedad moderna, puede, en realidad, ser una trampa para las que cargan con tareas domésticas; cuidando los niños y trabajo. La revista inglesa alerta: mujeres, ojo con esto pues para ustedes el home office puede ser la consagración de las desigualdades de género. Hasta hace unos tiempos, nadie iba a interesarse en estos temas, sin embargo, ahora que estamos todos (¿será verdad?) interesados ¿por qué nuestra situación no ha cambiado? 

Dani Rodrik argumenta también que mientras no le damos voz a la Periferia, la economía seguirá sesgada. En este sentido, actualmente estamos lejos de llamar la disciplina de economía de algo global. Si nadie o casi nadie busca soluciones para nuestros problemas, el desarrollo se convierte en una ilusión.

¿Qué beneficios se extraen de una investigación científica geográficamente más igualitaria?

El famoso economista Joseph Stiglitz, galardonado con el Premio Nobel de Ciencias Económicas, tuvo como fuente de inspiración un país muy distinto a los que está acostumbrado a estudiar la academia. Tras conocer Kenia y sus peculiaridades estructurales, el economista desarrolló sus teorías seminales sobre la información asimétrica. En sus propias palabras, Stiglitz dijo que: en parte, la razón es que ver una economía que es, en muchos sentidos, bastante diferente a la que se vive, ayuda a cristalizar los problemas: en el propio entorno, uno da demasiado por sentado, sin preguntarse por qué las cosas son así. El autor acá enfatizó lo importante que fue la diversidad cultural y económica para el desarrollo de su teoría.

En este sentido, uno puede argumentar que la investigación científica eurocéntrica o centrada en América del Norte puede suprimir la producción de innovación social ya que la diversidad no impacta en la creación de ideas y soluciones para los problemas. Este planteamiento no debería ser controvertido, no obstante, uno no lo sabría por la forma en que está organizada la disciplina económica. Mirar hacia lo impensable, vivir en una sociedad muy distinta, convivir con desigualdades desde la niñez, en realidad, puede abrir caminos para la evolución social que deseamos. Es decir, la diversidad es impulsora de la innovación y de una mejor creación de soluciones para problemas sociales[1].

Si la gente piensa distinto, las soluciones son distintas. Por este motivo, algunas empresas quieren regresar a la modalidad presencial post pandemia, pues existe un alto riesgo de que las innovaciones que antes surgían en el ambiente de trabajo ya no surjan debido a la falta de contacto con la diversidad. La inclusión geográfica en el mundo de la economía, entonces, se convierte en algo necesario para lidiar con los temas relacionados a la desigualdad social y crear soluciones para cuestiones urgentes para todos como, por ejemplo, el calentamiento global.

Para nosotros, Periferia, esto significa que no están (la academia) mirando nuestros problemas y peculiaridades. La verdad es que persiste la idea tan dañina de la importación de modelos desarrollados para economías que ya alcanzaron la madurez para implementación en nuestros países. El estallido social chileno, es la prueba de que la continuación de estas ideas puede poner en riesgo nuestras sociedades y nuestras ganancias sociales.

En un contexto más direccionado a la profesión economista, dedicarse a estudiar lugares poco examinados es una ampliación de horizontes y mejoría la profesión misma. En virtud de esto, se podría capacitar a la gente y convertirnos en mejores hacedores de política al servicio de nuestros gobiernos. Según The Economist, los 70 países menos estudiados representan solo el 1% de todas las menciones en los artículos de economía en las últimas tres décadas.

Como conclusión, la verdad es que hay demasiadas preguntas sin respuesta en economía y muchos países esperando respuestas para sus problemas. ¿Sería la solución aumentar la diversidad? ¿Qué justifica una investigación científica tan concentrada? Esto queda para un próximo artículo. Les recordamos que El Periférico fue creado justamente para mitigar los efectos de la investigación científica concentrada llevando conocimiento a la población. En efecto, les recomendamos leer nuestras series y artículos para conocer mejor como enfrentar los dilemas de nuestras sociedades.

[1] Alesina and La Ferrara, 2005; Hong and Page 2001 and 2004; Berliant and Fujita, 2008; Glaeser et. al. 2000; Osborne, 2000; Rauch and Casella, 2003).

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Especializado en economía de la industria y de la innovación a través de una maestría de la Universidad Federal de Rio de Janeiro. Actualmente, es consultor en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe – CEPAL.